Con la muerte de uno de los tres heridos en un accidente en Villa Clara, el balance sube a cinco fallecidos
Accidentes
A pocos kilómetros, en un segundo siniestro, una rastra con contenedor impactó contra un ómnibus que se encontraba estacionado
La Habana/En el trágico accidente de tránsito ocurrido en la tarde del pasado viernes en el kilómetro 277 de la Autopista Nacional, a su paso por Villa Clara, murieron cuatro personas en el acto y otra más falleció en el hospital, donde siguen internado dos heridos de gravedad, según confirmó la prensa oficial. Los lesionados fueron trasladados de urgencia al Hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, donde permanecen en estado crítico.
La publicación en Facebook del reportero oficial Henry Omar Pérez muestra la envergadura del daño en los dos vehículos involucrados en el siniestro: un Peugeot 405 con matrícula P 122 449 y un Geely MK con chapa P 202 650.
En las fotos, la carrocería del Peugeot, de color rojo, se ve prácticamente destruida en su totalidad y con trazas de haber sufrido un incendio. El otro vehículo, también rojo, presenta daños en la parte delantera y en la carretera quedaron, además, desperdigadas varias piezas.
Hasta el momento no se han dado a conocer los nombres de las víctimas
Según detalló la prensa oficial, en el Peugeot perdieron la vida Maels Rodríguez Sánchez, de 22 años, y su padre, José Antonio Rodríguez Lorenzo, conductor del vehículo, ambos naturales de Taguasco, en el poblado Zaza del Medio. Falleció asimismo el conductor del Geely, Raúl Basilio Ysisdro González, de 57 años, también de Taguasco, así como Karina Sánchez Sánchez, de 27 años, y Mario Bárbaro Ramos Díaz, de 25, ambos de Jatibonico, Sancti Spíritus. Los lesionados graves son Yosvanis Crespo Benítez, de 45 años, y Yoegnis Granado Fernández, de 40, ambos pasajeros del Peugeot y originarios de Zaza del Medio.
Las causas exactas del siniestro están bajo investigación, aunque ya algunos testigos apuntan a la alta velocidad y a las malas condiciones del asfalto como posibles factores.
A pocos kilómetros de allí –en el tramo de la autopista entre Aguada de Pasajeros y Jagüey–, se reportó otro accidente. A las 12:15 p.m., una rastra con contenedor impactó contra un ómnibus que se encontraba estacionado. Aunque hubo lesionados, no se lamentaron pérdidas de vidas humanas, según la publicación de Osmel Palomo en Facebook.
Estos sucesos reavivan el debate sobre la seguridad vial en Cuba, un país donde las estadísticas de accidentes de tránsito son preocupantes y donde los factores de riesgo se acumulan: carreteras en pésimo estado, señalización deficiente, vehículos obsoletos, fatiga al volante y negligencias humanas.
En 2025, el primer trimestre reflejó un aumento de las muertes, con 173 fallecidos
Según cifras oficiales, en 2024 ocurrieron más de 7.507 accidentes en la Isla. Y en 2025, el primer trimestre reflejó un aumento de las muertes, con 173 fallecidos, lo que representa un 18% más en comparación con igual período del año anterior.
La Autopista Nacional, concebida en los años 70 como símbolo del desarrollo vial cubano, muestra hoy una realidad opuesta: tramos sin iluminación, baches profundos, grietas sin señalización y un mantenimiento prácticamente inexistente. En el caso particular de Villa Clara, trayectos como el de Ranchuelo–Santo Domingo o los accesos a Placetas y Esperanza han sido señalados por conductores como "zonas de alto riesgo".
Los accidentes en Cuba no son solo estadísticas, sino tragedias cotidianas que reflejan una crisis estructural más profunda. Muchos de los automóviles en circulación –como el Peugeot 405 involucrado en este siniestro– datan de décadas atrás y sobreviven con piezas recicladas y reparaciones improvisadas. En muchos casos, los sistemas de frenos, luces o suspensión no cumplen con estándares mínimos de seguridad.
A esto se suma el hecho de que no hay acceso libre a piezas de repuesto, los neumáticos escasean y el combustible adulterado contribuye al deterioro técnico de los motores. En un país donde importar un automóvil puede costar más de 70.000 dólares en el mercado estatal, los cubanos están obligados a mantener en las calles verdaderos fósiles rodantes.
"Mi corazón está roto", escribió una internauta en redes sociales tras conocer la noticia del accidente. "Cuatro vidas más perdidas por la irresponsabilidad, el abandono y la desidia".